El trazado viario se adaptó a las curvas del terreno, por lo que se crearon rondas de circunvalación que comunican el conjunto. Cuenta también con amplias zonas verdes de arbolado y jardines, produciéndose una importación de especies (palmeras), que se instalaron junto a las autóctonas.

El urbanismo como medio de integración y discriminación cobra en Puertollano su más perfecta expresión al trasladar al poblado el sistema jerárquico existente en el interior de la empresa, con viviendas diferenciadas según la escala laboral de las personas que la habitaban. Estas diferencias tienen lugar, no solo en el aspecto externo de los edificios, sino también en la superficie útil que a cada categoría laboral correspondía: las viviendas para obreros tenían menos de 60 metros cuadrados; las de empleados con antejardín, que podían llegar hasta los 100 metros cuadrados; y las de ingenieros, que siendo sensiblemente más espaciosas, estaban construidas en edificios aislados y contaban con dependencias para el servicio.

El carácter clasista de la obra queda patente observando que hasta los accesos a los servicios deportivos y residenciales se establecieron de acuerdo con las categorías laborales.

El poblado se constituyó como una comunidad autosuficiente, separada físicamente del pueblo por medio de un muro, ya que tenía todos los servicios necesarios para el desenvolvimiento diario de sus habitantes: economato, iglesia, grupo escolar y escuela de aprendices, clínica, instalaciones deportivas, teatro-cine y zonas verdes.

La construcción de este poblado, iniciado en 1943, se fue desarrollando paralelamente a la de la fábrica. En 1945 ya estaban finalizados los primeros edificios: las residencias de ingenieros y obreros; las escuelas de enseñanza primaria; un hospital provisional con cuatro camas; viviendas para ingenieros, empleados de 1ª y de 2ª y obreros; una capilla provisional; y campos de deportes y piscinas para las distintas categorías de trabajadores.

A principios de los cincuentas, se había terminado la residencia de empleados, se había puesto en servicio la nueva clínica e inaugurado el grupo escolar. A mediados de la década se construyeron más viviendas, la casa de las Teresianas, constituyéndose el Grupo de Empresa en los locales de la residencia de obreros. Estos años fueron los de mayor intensidad en la construcción del poblado pues, aparte de los edificios propiamente dichos, se realizaron trabajos de urbanización, acometida de aguas, asfaltado de calles, depósitos, alcantarillado, etc.

Autor:

Luis Fernando Ramírez Madrid. www.puertollanovirtual.com