La web de Ciudad Pegaso 1956-2006 50 aniversario de la creación de Ciudad Pegaso |
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CIUDAD
PEGASO. "EL POBLADO". CIUDAD PEGASO. "EL POBLADO. CIUDAD
PEGASO. |
¿QUE PASÓ? UN ESPACIO PARA LA MEMORIA |
En esta sección pretendemos recoger vuestras aportaciones con el objetivo de rastrear en los recuerdos y en la memoria para construir un registro abierto y dinámico que configure el legado histórico de nuestro pasado. Las investigaciones sociológicas e históricas de la memoria de las colectividades constituyen un aspecto fundamental de las recientes tendencias conducentes a la conservación de los legados de los espacios de convivencia social e institucional. Este objetivo va más allá del simple afán rememorativo tan de moda en los últimos años al pretender con vuestras colaboraciones la recuperación de la memoria colectiva de nuestro barrio y de la fabrica. Tan altos fines son plenamente compatibles con la reconstrucción de nuestros recuerdos más sencillos y simples. Por tanto, esta sección pretende compaginar estos dos planteamientos: formalizar nuestro legado y reconstruir nuestro recuerdos. Pretendemos recopilar aquí vuestras aportaciones, experiencias y recuerdos en aspectos que pueden ir desde las relaciones laborales y la transición política hasta los juegos infantiles o las variadas relaciones vecinales de nuestro barrio. Estos recuerdos tienen en común un determinante y definido espacio de análisis: Ciudad Pegaso y sus lugares de encuentro (plazas y calles, la fabrica, la parroquia, el colegio, el ateneo, el grupo de empresa, la residencia, el club deportivo, la piscina...)
Un rasgo categórico y determinante de las viviencias colectivas es el grupo de adscripción al que se adhieren los individuos. En nuestro caso, Ciudad Pegaso como ámbito histórico de relaciones sociales, viene caracterizada por una diferenciación de espacios de convivencia definidos por el rol profesional que el trabajador de ENASA-Pegaso poseía en el organigrama de la empresa. Este rasgo es tratado con mayor profusión en la sección de la aproximación socio urbanistica
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Organizaremos vuestras aportaciones (fotografías, relatos, documentación, etc.) según la temática que aborden. De esta forma los recuerdos que conformarán la memoria de Ciudad Pegaso se agruparán inicialmente en tres secciones: vida vecinal, relaciones laborales, colegio y anécdotas infantiles. Nuestra intención, como quedó apuntado anteriormente es muy ambiciosa, queremos rescatar del olvido la experiencia histórica de los hombres y mujeres de Ciudad Pegaso. Un aspecto fundamental de este objetivo será conformar la memoria para emprender la sistematización de las experiencias de nuestro barrio principalmente aquellas referidas a los decisivos años de la transición política y de la oposición a la dictadura. Hay mucho que recopilar pués muy valiosas y abundantes han sido las vivencias colectivas durante esos años: conflictos laborales, huelgas, manifestaciones, acuerdos, clandestinidad... son, en definitiva, las vivencias colectivas marcadas por la especificidad y la singularidad de Ciudad Pegaso. Os animo que escudriñéis los rincones de vuestros recuerdos o de los recuerdos de vuestros padres y abuelos para que desde esta sección podamos construir la historia escrita de un pueblo.
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Sin querer ser exhaustivo con la siguiente relación sí pretendemos aclarar la memoria por medio de unos retazos que a manera de trabazón de nuestros recuerdos nos ayude, en este primer momento a no olvidar el ayer. Saltan en la memoria recuerdos como: la actuación del grupo musical Mocedades en el Colegio, los encierros de trabajadores en huelga en la Iglesia de San Cristobal, las marchas reivindicativas de huelguistas desde la fábrica al poblado y al encuentro de sus esposas en la glorieta de Eisenhower, el trabajador en huelga que desnudando su pecho provocaba el remordimiento a un número de la guardia civil que con mosquetón en la mano amenazaba con agredirle, los 21 días en huelga y las acciones reivindicativas de los sindicatos libres. La labor de los párrocos de San Cristobal (desde el elitismo de D. Francisco a la cordial cercania de D. Manuel), el movimiento junior y los grupos catecumenales, los bautizos, las comuniones, las bodas, las confirmaciones y la visita episcopal del Arzobispo de Madrid-Alcalá Monsr. Morcillo. El historial deportivo del Club de Fútbol Pegaso, sus partidos de copa contra el Atlético de Madrid o el Hércules de Alicante, el ascenso contra el Alzira o el Manacor, sus figuras (Tejada, Chaves, Domínguez, Angel, Quique Sánchez Flores, y tantos otros). Los entrenamientos en el campo del Pegaso de la selección española de los tiempos de Kubala o de la selección alemana que llegó a la final del Mundial 82 La actividad del Grupo de Empresa: el bolo leonés, la petanca, la pesca, el ajedrez con el Sr. Tortosa, el tiro al plato. El Colegio y sus profesores: D. Atanasio Piñuela, D. Paco Palomar, Srta Dª. Elena, la Srta Dª. Mª Luisa, D. Alfredo Marqués, D. José Muñiz, D. Ramón Lobo, D. Antonio y la Srta Dª Teresa, y los entrañables Sr. Vila, Sra. Esperanza, Sra. Lola, Sr. Mauricio y el Sr. Carmelo.... a todos ellos dedicamos estas líneas como muestra de homenaje y respeto. Seguro que nuestros recuerdos escolares son muchos: los encuentros anuales con un colegio americano de Torrejón de Ardoz, las extrañas visitas de delegaciones tailandesas a las aulas, los festivales de fin de curso en la piscina. Y después del colegio venia la calle, los de mi generación somos hijos del suburbio y en la calle hemos jugado y hemos crecido. Los más osados iban a los Tubos, otros nos quedabamos jugando a la dola, a luz, al rescate, al bote, a las canicas y, cuando empezaba el buen tiempo que coincidia con la Vuelta y el Tour, a las chapas . Jugabamos a algo parecido al beisbol en el campo del Raver o a fútbol en el campo del Ventas. En el verano, por la mañana a la Piscina y por la tarde a jugar y a seguir jugando. En raras ocasiones la rutina infantil se compensaba con la visita de esporádicos espectáculos como la instalación de un circo en la plaza de la Iglesia, el Circo Texas, o las fiestas patronales de San Cristobal o las malogradas de San Silvestre. Algunos recordarán la entrega de juguetes el día de Reyes en la fábrica, otros recordarán la jornada de puertas abiertas que organizó un tal Mr. Licavoly tras la desastrosa venta por parte del INI de ENASA a la empresa norteamericana "International Harvester". El viejo Cine puede ser recordado en su primera programación "Los Cañones de Navarone" o en su época de abandono y cesión por parte de ENASA a la Guardia Civil para construir una casa cuartel o en su recuperación como espacio de encuentro social en los inicios del movimiento vecinal convirtiéndose de esta forma en un símbolo de lucha. La creación de las primeras asociaciones de vecinos: la Asociación de Vecinos San Cristobal, la Asociación de Vecinos Unión del Barrio de Rejas y su posterior fusión en la Asociacion de Vecinos "Unidos" del Barrio de Rejas; las reivindicaciones vecinales, la recuperación por parte de los vecinos de la Plaza Mayor tras el abandono de ENASA del mantenimiento de los jardines que tiene su representación más plausible en la reconstrucción como ajedrez gigante del antiguo espacio ocupado por la sombrilla que un día fue derribada por el viento o la rehabilitación integral de la plaza de la calle Diez, todo ello hecho desinteresadamente por los vecinos que empleaban su trabajo en el tiempo libre que tenian. Los transportes colectivos: el tranvia, los autocares de "la Viuda", el P4, los autocares de "Jorreto" que unían la autarquía de nuestro barrio con el entonces lejano Madrid. Los primeros mítines políticos con la llegada de la libertad tras la dictadura o la visita a Ciudad Pegaso de D. Enrique Tierno Galván en el Día del Arbol. Tantos y tantos recuerdos que forman parte de la historia vivida de nuestro barrio. Unos meramente testimoniales de una época, otros muchos merecedores de ser estudiados y formalizados en un estudio sociológico con el mayor de los alcances. Hasta la fecha estas son las colaboraciones recibidas: |
El viejo tranvia azul (Relato anónimo recibido en nuestro buzón) Lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Cogido de la mano de mi madre, bajo los soportales en un caluroso día de verano esperaba la llegada del tranvía. El número 77, Ciudad Pegaso-Pueblo Nuevo como anunciaba la tablilla sobre la ventana del conductor, entraba chirriante mientras su trole le sujetaba como si pretendiera retenerlo mientras bajaba la cuesta que venía de Casa Blanca. Era un modelo 1160 de suelos de madera con múltiples trampillas de donde el conductor extraía en ocasiones arena para desconocidos fines. Tras esperar el turno y subir por una intrincada puerta de fuelle automática aparecía un cobrador dotado de un extraño aparato que imprimía con caractéres casi invisibles los billetes en rollos de color amarillento. No había volante, sólo una manivela que los ojos de un niño no entendían para que podía servir si el tranvía era guiado por las vías y no precisaba de artilugio alguno para direccionar sus ruedas. Nos acomodabamos en asientos de madera en espera de ser lanzados por la acusada rampa que salvaba el pórtico de acceso por un lado y de esta forma evitar imposibles curvas para tales vehículos. Y así comenzaba nuestro viaje, bajo el silencioso rumor del motor eléctrico y el traqueteo armonioso de las vías hacia Canillejas o más lejos. Pero un día el tranvía desapareció Más tarde me enteré que ese día fue el uno de junio de 1972, el último día que circulaba un tranvía en Madrid. Solo quedaban dos líneas, la nuestra y la número 70 de San Blas a la Plaza Castilla por Hermanos García Noblejas y Arturo Soria. Incluso ello constituyó noticia en los medios del momento y en la televisión pasaron brevemente unas imagenes de la salida de Ciudad Pegaso de un tranvia. Ese sería nuestro último tranvia El 24 de enero de 1972 se suprimió la línea 78 Estrecho-Fuencarral y se clausuraron las cocheras de Tetuán y, finalmente, el día 1 de junio de ese mismo año se suprimen las dos últimas líneas 70 y 77. El modelo de tranvia usado por estas últimas líneas eran los denominados bajo las siglas PCC con las series 1101 a 1160 que estaban fabricados por FIAT. El tranvía PCC se caracterizaba por una caja completamente metálica y autoportante. Todos los elementos resistentes estaban formados por perfilles de chapa plegada, incluidos los elementos transversales situados al extremo del salón. El elemento más solido es el "aspa", en cuyo centro se siúa cada uno de los pivotes. El bogie va encajado en el pivote con un elemento elástico interpuesto; también son elásticas las ruedas. Cada bogie dispone de dos motores, conectados permanentemente en serie, de 45 CV, montados longitudinalmente y atacando cada motor a un eje por medio de engranajes hipoides
Un viejo amigo de la web de Ciudad Pegaso nos aporta lo siguiente referido a: El himno del Club Deportivo Pegaso Aquellos futbolistas saltando al terreno de juego al son de un himno cuya letra casi recuerdo al completo pués fueron muchas las mañanas de domingo que comenzaron con esta melodía...¡¡¡que tiempos¡¡¡ Te doy un dato:este disco estaba en una máquina de esas que echabas dinero y seleccionabas lo que querías oir en el bar "Miriam",pues bien la cara "B" del disco (single de vinilo,por supuesto) se titulaba "No me importa nada".No te puedo decir de que iba ,pero creo que no tenía que ver con el equipo de fútbol y tampoco recuerdo quien era su intérprete. Hemos investigado los datos de nuestro amigo y próximamente tendremos en este mismo sitio un enlace directo en formato mp3 con el sonido original del himno del Club Deportivo Pegaso |
Nos remite un amigo la siguiente pregunta: ¿Es cierto que Ciudad Pegaso fué escenario de una producción cinematográfica? Efectivamente, las calles y plazas de nuestro barrio, la iglesia y supuestamente el interior de un chalet de la Séptima Avenida fueron el marco escénico donde se desarrolla la película "La noche y el alba" de José María Forqué, un curioso drama negro de especulaciones amorosas en torno al cadaver de una mujer. Su argumento: el pobre fotógrafo ambulante Pedro Fernández (Francisco Rabal) y el importante ingeniero Carlos Saez (Antonio Villar) se conocen a través de la modelo Amparo (Rosita Arenas), novia del primero y amiga ocasional del segundo. La situación se complica al morir accidentalmente la muchacha, busca la policia a Pedro Fernández como presunto culpable, Carlos Saiz trata de permanecer al margen para que no se trunque un nuevo ascenso en su carrera. Al final, empujado por Marta (Zully Moreno), la caritativa y aburrida mujer de Carlos Saez, el triunfador "nacional" se presta a acompañar a la policia al fracasado "rojo" y esclarecer la situación. Es la última película de las tres escritas por el dramaturgo Alfonso Sastre y dirigidas por José María Forqué a finales de la década de los cincuenta. En teoría está planteada como el reencuentro entre las dos Españas, pero a través de una situación tan insólita y teatral que el resultado, en buena parte también por la autocensura y censura caraterística de la época, es poco más que un largo "huis clos" donde los personajes hablan demasiado, dicen muy pocas cosas interesantes, la mayoría de las veces sin mirarse, componiendo insólitos encuadres. Este acartonado policiaco psicológico con mensaje político prgresista resulta todavía más irreal por la falsa interpretación del portugués Antonio Villar y la argentina Zully Moreno. Como dato curioso hay que destacar que está basada en un argumento del dramaturgo Alfonso Paso y del más tarde prolífico realizador Mariano Ozores. Ficha técnica. Director: J.M. Forqué. Guionista: Alfonso Sastre. Fotografía: Cecilio Paniagua. Música: Isidro B. Maiztegui. Decorados: Gil Parrondo. Intérpretes: Francisco Rabal, Antonio Villar, Zully Moreno, Rosita Arenas, Marta Mandel, Manuel Alexandre, Miguel A. Gil, Rafael Bardem, Félix Dafauce, José Luis López Vázquez, Francisco Bernal, Vicente Soler Producción: Eurofilms. Duración: 90 minutos. Año: 1958. Ultimo pase por TVE: marzo 1995 |